domingo, 27 de marzo de 2011

Salteños, tras 23 años sin un verdadero cambio, ¿Olmedo es nuestra esperanza?

El 10 de diciembre de 1987 asumía la gobernación de la provincia de Salta Hernán Hipólito Cornejo y daba así comienzo a un período de 23 años sin cambios en la provincia. Vendrían luego los 4 años del renovador Roberto Augusto Ulloa, los 12 de las tres gestiones consecutivas de Juan Carlos Romero, que sumados a los 3 que lleva Juan Manuel Urtubey conforman este bloque. Para aquellos que piensan que Cornejo, Ulloa, Romero y Urtubey han sido lo mismo, la opción de cambio en la provincia es Alfredo Olmedo. ¿Qué pensará cada uno de ellos al ser comparados con sus antecesores y sucesores?. ¿No era Olmedo el representante de Juan Carlos Romero en estas elecciones y ahora lo desprecia?.


Sin dudas, cada uno de los mensajes de campaña del candidato a gobernador Alfredo Olmedo, y que son dados a conocer a través de las páginas a color completas de Diario El Tribuno, surgen de profundos análisis sociológicos e históricos, por parte de profesionales de enorme trayectoria y reputación. De otra forma no se entiende que cada frase sea tan polémica, simple, vacía, mera enunciativa de deseos y llena de contradicciones.

Pero así ha sido desde el primer día este alocado deseo de alguien quien por ser millonario cree poder comprar la voluntad de la gente.
Aunque a decir verdad, ¿en qué fundamentamos este análisis?

1.En que Alfredo Olmedo no tiene parámetros, más allá de hablar sin hacer un mínimo esfuerzo mental de pensar antes de lanzar palabras al viento, que los 4 gobernadores desde 1987 a la fecha han sido los mismos.

2.En que decirlo de esta manera termina de echar por tierra la esperanza que algunos aún albergaban en su corazón y se trataba de que Olmedo era el candidato elegido por Juan Carlos Romero para gobernar la provincia. Obviamente al meter el ahora Senador Nacional en la misma bolsa que los demás, termina por dejar en claro que no tienen ningún vínculo y que el alumno se cree incluso más que el profesor.

3.En que los salteños a través de 6 elecciones (eligiendo primero a Hipólito Cornejo, luego a Ulloa, 3 veces a Romero y finalmente a Urtubey) no han sabido elegir y se han equivocado al votar siempre a los mismos.

4.En que Olmedo, en caso de ganar, traerá a Salta a funcionarios de otro planeta para que no sean los mismos. Claro, sin olvidar que la totalidad de sus candidatos en el interior de la provincia son hombres que cómo él, fueron antes de otro partido y ahora por una cuestión de conveniencia (y de billetera) se han calzado la gorra amarilla. Pero cambiar el color de la prenda no quiere decir se trate de personas que aseguren ser un cambio en el estilo de gobierno, como él propone.

5.¿Estará seguro que todos quienes lo acompañan piensan como él? Será cuestión de preguntar. Por ejemplo, qué pensarán Javier David, ex Ministro de Hacienda de Romero, Romero Medina, ex Secretario General de la Gobernación, Aroldo Tonini, ex Subsecretario de Obras Públicas del Gobierno de Salta, y todos los otros dirigentes que pertenecían a otras fuerzas y hoy lo apoyan.

Tras estas reflexiones, sólo nos queda preguntarnos si puede considerarse un verdadero cambio alguien que nunca demostró gestión ni capacidad política de ningún tipo y que desde su aparición en la escena política en el 2007 sólo ha sido siempre candidato sin demostrar nunca trabajo ni demasiadas ideas en cada una de las funciones para las cuales la ciudadanía lo elegía.
Ni como senador provincial por Anta, cargo al que llegó en el 2007 junto al Movimiento Regional del Pueblo, ni como Diputado Nacional. De lo que si estamos seguros es que si gana la gobernación de la provincia, al otro día ya tendremos el primer candidato a presidente de la Nación para el 2015.

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