domingo, 27 de marzo de 2011

Estudiarán la resistencia a los sismos de los edificios del centro salteño

A partir de julio se hará un relevamiento en 24 manzanas del centro de la ciudad para determinar la vulnerabilidad de las casas y edificios ante movimientos telúricos. “A través del análisis podremos determinar los posibles daños de las estructuras, el volumen de los escombros, la cantidad de personas que se van quedar sin viviendas, entre otros aspectos, por un sismo de mediana o alta intensidad”, explicó Roberto Caro, quien llevará adelante el estudio en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña, de España.


En Salta, se aprobó en 1980 la ley 5.556 que establece que las construcciones deberán contar con estructuras sismorresistentes, acorde a las normas establecidas por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica.

El corazón de la capital salteña es reconocido por sus valor histórico; hay inmuebles, con estilo colonial, que siguen de pie hace varios siglos pero se desconoce su capacidad para resistir a un movimiento telúrico.
“Con la ley, suponemos que todas las construcciones, posteriores a 1980, cumplieron. Pero sobre aquellas que se ejecutaron un tiempo atrás, no tenemos la certeza en que forma se han levantado y si realmente son sismorresistentes”, agregó el ingeniero.
“La evaluación de riesgo sísmico mediante el índice de vulnerabilidad” será el primer estudio de su tipo que se concretará en la capital salteña. En este caso, se adaptarán los procedimientos que se aplicaron en otras zonas de alta sismicidad del mundo. Caro estima que se arribará al punto final a mediados de 2012. Destacó que las conclusiones servirán para tomar medidas preventivas en aquellos casos que las casas tengan una vulnerabilidad alta y permitirá tomar acciones de defensa civil.
Como en la zona conviven edificios del Estado, comerciales y particulares, los resultados podrán ser el puntapié para que el Gobierno tome acciones en los inmuebles públicos que presenten una alta vulnerabilidad.
La Catedral Basílica y los museos del microcentro, no formarán parte de este estudio global.
El fuerte sismo, acompañado por un tsunami ocurridos en Japón el 11 de este mes, despertó la preocupación en todo el mundo. Desde ese país remarcaron que estaban “preparados”. ¿Pero cómo se reduce el riesgo sísmico?
“Existen dos tipos de medidas para disminuir. La primera consiste en incrementar la seguridad sísmica de las estructuras existentes o futuras. Para eso, hay que controlar o mejorar el comportamiento de las estructuras. A los edificios antiguos es conveniente estudiarlos para dotarlos de un comportamiento sismorresistente adecuado”, detalló Caro, quien encara este trabajo como parte de su tesis doctoral. El segundo mecanismo se basa en desarrollar planes de emergencia para actuar una vez ocurrida la catástrofe. Ambas acciones requieren la estimación previa del riesgo sísmico, la que implica evaluar la vulnerabilidad de los edificios.

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